La “nueva normalidad” sexual

7 mayo, 2020

¿Cómo serán nuestras relaciones sexuales tras la pandemia por COVID-19?

La llegada de esta pandemia ha sacudido nuestra normalidad, nuestra cotidianidad tal y como la conocíamos, el mundo se ha paralizado, confuso y asustado, y nos hemos unido para afrontar esta situación de alarma socio-sanitaria estableciendo medidas de protección. Hemos adaptado nuestra rutina: hemos parado o tele-trabajado, hemos hecho pan, bizcochos, mucho ejercicio en casa, hemos aplaudido y colgado arcoiris en las ventanas, y hemos ideado mil y una actividades para mantener felices a nuestros hijos. Un mes, dos meses…
Seguimos siendo empáticos, responsables y solidarios a un mismo ritmo y ya iniciamos el proceso de desescalada: volveremos a ver pronto a nuestros amigos, familiares y… parejas sexuales. Se comienza a escuchar el término “Nueva Normalidad” que hace referencia a esos nuevos hábitos de limitación del contacto interpersonal y medidas de higiene que ya forman parte de nuestra conducta habitual, con objetivo de convivir con el virus. Parece que esta Nueva Normalidad será nuestro estilo de vida en el futuro a corto y medio plazo, hasta que logremos la inmunidad. Y como es natural, aparecen algunas dudas con respecto a la sexualidad.

¿Sabías que el derecho al placer sexual es un derecho humano fundamental y universal? Todas las personas tenemos once Derechos Sexuales que fueron definidos por la World Association for Sexual Health (WASH) y  tenemos la responsabilidad de proteger nuestro placer adaptándonos a la situación social histórica en la que vivamos.

¿Cómo será la sexualidad en este nuevo periodo de Nueva Normalidad?

En un escenario en el que el contacto social está limitado a una distancia de seguridad con personas con las que no convivimos y el contacto entre mucosas y fluidos personales es una práctica de riesgo y vía de contagio de la COVID-19, las relaciones sexuales necesariamente deberán verse modificadas. Es un momento ideal para derrocar al coitocentrismo y apartar la mirada de la visión tradicional de sexo en la que la única y principal práctica erótica considerada como “sexo” es la penetración pene – vagina. 

¿Cómo saber qué prácticas sexuales son de riesgo para el contagio?

La única manera de conocer en qué situación me expongo al peligro, es prestar atención a la evidencia científica existente, a pesar de que ésta es todavía escasa e insuficiente:

El informe sobre el primer estudio llevado a cabo sobre la presencia de la enfermedad en el semen muestra que el COVID-19 está ausente del semen y los testículos en hombres infectados por COVID-19 en las fases aguda y de recuperación. Por lo tanto, concluye que es muy poco probable que el COVID-19 pueda ser transmitido sexualmente por hombres (C. Song et al., 2020).

Otro estudio llevado a cabo en Huazhong University of Science and Technology de Wuhan concluye que aún no existe evidencia de que la enfermedad SARS-COVID-2 se transmita sexualmente, ya que no hubo presencia de las mismas en las muestras vaginales de las mujeres (Pengfei Cui et al., 2020).

A pesar de ello, es importante señalar que además de en los hisopos orofaríngeos, el COVID también se ha detectado en sangre, orina e hisopos faciales / anales, lo que sugiere otros posibles medios de transmisión sexual(C. Song et al., 2020). Por tanto, conociendo que la principal ruta de transmisión de esta enfermedad es a través de gotas respiratorias, también se confirmó que sería posible el contagio mediante contacto oral-anal (Pengfei Cui et al., 2020).

La debilidad principal de los estudios anteriores consiste en su visión pobre y reduccionista del término “sexualmente”, bajo el que se asume únicamente la actividad entre semen, pene y vagina. Por tanto y de momento, sus conclusiones son peligrosas ya que no se ajustan a nuestra realidad sexual, en la que llevamos a cabo un amplio y diverso juego erótico que compromete a muchas otras áreas del cuerpo y actividad, como puede ser el sexo anal, el sexo oral, el sexting, la masturbación, sexo entre mujeres o sexo entre hombres.

La Nueva Normalidad Sexual

Ya sabemos que según la ruta de transmisión, las medidas preventivas actuales, incluido el mantenimiento de una buena salud personal y ambiental, y la implementación de medidas estrictas de prevención de contacto, pueden prevenir la propagación del COVID-19 (Pengfei Cui et al., 2020). Entonces ¿qué nos queda?

Es momento de dejar volar la imaginación, de mantener relaciones sexuales que, de momento, no comporten contacto oral, genital o de cualquier tipo en que entremos en contacto con fluidos de nuestras parejas. Esto no quiere decir que no podamos tener encuentros eróticos a través de los que regalar y regalarnos placer, establecer vínculo afectivo, comunicarnos, fortalecer la relación… Tenemos multitud de opciones:

La masturbación es una de las prácticas sexuales seguras. Autoestimularnos siempre de la misma manera puede provocar aburrimiento y disminución del placer por habituación pero, cambiando movimientos con las manos, juguetes o cualquier tipo de cremas genitales intensificadoras de sensaciones, podemos disfrutar plenamente de nuestro placer. 

Una variación de la anterior es la masturbación en presencia de la pareja y manteniendo la distancia física. Estimula el imaginario erótico y la excitación, pudiendo convertir la escena en altamente estimulante.

El sexo telefónico y el sexting parecen ser de las prácticas favoritas en la cuarentena y podemos mantenerla en la próxima etapa. Comunicarnos sexualmente a través de un teléfono, smartphone u ordenador, apoyándonos con material erótico como fotos o vídeos, explicar lo que nos gusta, lo que acontece por la imaginación o escuchar la fantasía erótica de la pareja puede ayudarnos a reconectar en la intimidad.

El uso de material erótico como cine, vídeos, relatos, descripciones de audio, etc. pone en funcionamiento nuestras neuronas espejo permitiéndonos empatizar con lo que percibimos, aumentando nuestras sensaciones eróticas.

Otro tipo de juegos de creatividad sexual como escribir nuestra propia fantasía o relato erótico y compartirlo pueden ser ideas muy válidas para mantener un buen contacto erótico con el que sentirse satisfecho. 

¿Hasta cuándo?

Ante la incertidumbre sobre cómo va a continuar el desarrollo de la enfermedad, de momento podríamos considerar la vacuna como esa luz al final del túnel, siempre y cuando los estudios nos indiquen que tras la administración de un fármaco seremos inmunes a la enfermedad.
De la misma manera que hemos aprendido a protegernos de otras Infecciones de Transmisión Genital (ITG’s), también tendremos en cuenta las medidas necesarias para protegernos de la COVID-19. Hasta entonces, es momento de estimular la creatividad erótica manteniendo relaciones sexuales de forma segura. 

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